domingo, 17 de enero de 2016

El regreso de Anthony Pink.

Anthony Pink ha regresado, algo reflexivo, de tantas contiendas y visicitudes pasadas, pero aquí está, a medida que me cuenten detalles sobre él, os diré. 

Según me cuentan, ya casi ya con la esperanza perdida Anthony Pink consigue huir de una mujer que le había seducido a base de atenderle todos los días, sanando sus heridas y tratando de interpretar los sueños hablados de Anthony Pink.

- Quisiera decirle algo lindo, pero acaso ya no se lo he dicho antes. -¿No se lo he  dicho
más de tres veces? -  arengaba Anthony en pleno sueño.

Lisandra grababa esos sueños en su mente porque le parecía que este vagabundo era algo especial y quizá ella podría conseguir llevarlo a su vida nuevamente. 

Anthony Pink no era feo ni guapo, ni alto ni bajo de estatura, pero penetró la coraza de Lisandra y ella lo tomó como un regalo del cielo.

- ¡Este hombre es mío! -Le he salvado la vida- Reflexionaba Lisandra.

Lisandra recibía comisiones de parte de una iglesia cósmica, "Iglesia cósmica de Dios" que acorde a que Dios creó al hombre antes que al mundo ya el hombre vivió en el cosmos en la mente de Dios, por ello la iglesia asumió ese nombre. 
Recibía comisiones de mantenimiento por 
albergar a desamparados que recogían en la calle  en mal estado de salud o ya medio moribundos hasta que éstos recobraran nuevamente su vitalidad.

Anthony Pink había sido atacado con un bate y le golpearon en la cabeza para robarle, y le arrojaron con desprecio a unos matorrales porque los asaltantes no encontraron  nada de valor, en ese sito le encontró el primo de Lisandra cuando fue a revisar sus paneles de miel.

Eliodoro el primo de Lisandra le recoge casi muerto ya que además del batazo  las abejas se ensañaron con él.

Eliodoro era un filántropo poco común, enamorado de la astronomía y fielmente convencido que todo lo que hacían la mitad más un poco más de los humanos era nada más y nada menos que idioteces y perversiones incontrolables como resultado del choque de ondas cerebrales que creaban ondas similares a las gravitacionales en el cerebro humano.

Elidoro con los ojos puestos en el espacio le
contaba al insconciente vagabundo cosas
como estas:

-Le decía amigo que Einstein lo tenía claro y podréis escuchar en el futuro los conciertos del espacio. Yo tengo el don de escucharlos y es por ello que estoy por encima de los demás. 

Una vez que Eliodoro concluía de decir algo a Anthony, este de nuevo, como si aceptase que le tocaba el turno de la oratoria , dejaba su silencio y comenzaba su perotata en sueños.

- Dice ella que me amó y llegué a creerla. Me veía grande, incluso, veía mis manos grandes y decía sentir lo que nunca había sentido cuando estaba conmigo.

Eliodoro quedaba tan ancho y feliz de la respuesta de Anthony que evidenciaba que para él su fijacion con el cosmos era tan 
virulenta como la del Sr. Pink sobre las cosas terrenales y que lo importante era establecer el diáligo.

- Y le diré más -  yo siento, percibo y escucho cuando chocan entre sí agujeros negros - y entonces oigo las melodías más increíbles ¡que oídos humanos hayan oído jamás! - insistió Eliodoro.

- Decía estar conmocionada y disfrutàbamos tanto que yo vi al señor de puro disfrute, porque el señor no solamente aparece en la desgracia-  también aparece en el disfrute y en la felicidad. - Dios sonriente me preguntó: -¿Qué quieres? 

De ingenuo, perdiendo una magnífica e irrepetible ocasión le respondí: 

- Quiero que sea hasta cuando ella quiera.

Y el señor me lo dio y así fue hasta que llegó el demonio, no se cómo, ni en que forma, pero llegó.

Esta vez Eliodoro lo observó atentamente pero continuó:

- ¿Sabe amigo que los conciertos que oigo del universo es la musica que predijo Einstein hace 100 años?

Es la música de las ondas vibracionales que se producen al chocar dos agujeros negros- Y yo las percibo y quedo encantado, si los demás oyeran esa música dejarían de tirarse piedras entre ellos.

- Pero acaso se ama y se deja de amar.-¿El amor es un par de zapatos de moda? -seguía Anthony con su pesadilla.
-¿ Podría intentarlo de nuevo ?

Eliodoro observa nuevamente al convaleciente Anthony y nota como una expresión nueva en su rostro. Se siente satisfecho de salvarle la vida nuevamente a otro ser del espacio, porque todos somos interespaciales. Y todos deberían oír los conciertos del universo.

- ¿Me creería ahora que está reflexiva? 
Ahora que está en baja y se esfumaron los galanes.
¿Me creería ahora? A mi que no me importaba su apariencia. - Cada vez con más vehemencia insistia el vagabundo en contar sus sueños dormidos.

- Con las redes inteligentes con el uso del láser que captan las ondas vibracionales producidas por el impacto de agujeros negros a mas de 1000 millones de años
luz toda la humanidad un día oirá las canciones de Dios, la llamada música del universo.- a Eliodoro le brillaban los
ojos a medida en que insistía en hablar de los mayores cataclismos del universo (el choque de dos agujeros negros).

Un gesto inusual en el convaleciente Anthony denotaba cierta ironía y perplejidad a la vez, como si hubiera pensado - ¿Y dicen que estoy loco? - jaja- el que oiga a éste... pero salieron otras palabras de la
boca del soñador:

- Pero de que valdría que me creyera si estamos hablando del pasado.
¿Me querrá todavía? a mi que no me importa que se multipilque, pero eso en el pasado, porque aunque me quiera ya yo no la quiero.

Lisandra puso un paño húmedo en la frente de Anthony Pink, seguia con fiebre pero todos notaban que iba mejorando.

- Recogeré miel, reforzará la salud de este extraño mendigo. Su acento cubano
me hace sospechar que se trata de un balsero.

- Llegó un galán con cara de perro, de pedo fácil y sucias palabras en la boca ... 
-¿Y ella se enamoró? ¡No! ¡porque le fue infiel y yo lo sé . ¿Quizá el capricho de querer rejuvenecer al tener alguién más joven y sentirse protegida por un fiel y estúpido guardián con apariencia de perro buldog y alma de cordero?

Pero el galán duró lo que dura un merengue en el patio de una escuela ...

Lisandra y Eliodoro obsevan como Anthony Pinck comienza a moverse y a recobrar vitalidad pero sigue hablando en sus suenos.

-Entonces ella apareció ante mi y me miró y yo no sentí nada, el amor que sentí por ella alguna vez se había esfumado como por arte de magia y se había introducido en un agujero negro.

Entonces Lisandra y Eliodoro se abrazaron muy contentos porque habían salvado un alma que comenzaba a hablar del cosmos y podría convertirse en un espectador más de los conciertos del universo.

Escondido en un contenedor y parcialmente recuperado regresaba nuevamente a Estados Unidos , su nueva patria definitiva donde vivía su adorable hija, fruto de aquella relación con la joven inglesa y a su querido hijo de la relación con aquella complicada mujer africana. 
Mientras reflexionaba de lo acaecido en República Dominicana se acercaba a la tierra prometida .  ( continuará)

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